Por lo general, las empresas tienen bien definidas su misión, visión y valores; pero nuestros colaboradores día a día se desconectan de estos elementos estratégicos, debiendo ser energizados de un propósito común; el cual les una en una meta compartida. Ese objetivo común creará una cultura de servicios y estándares de calidad que llevaran a nuestra empresa a ser referente de clase mundial.
Este modelo de atención ha sido asumido por empresas que son líderes en el servicio en todo el mundo, siendo las cooperativas instituciones ideales para asumir estos estándares, visto el propósito de proveer satisfacción a nuestros asociados y los altos ideales de servicio, que vienen arraigados a los orígenes de la economía social del cooperativismo.
El modelo se fundamenta en la sobregestión de cada detalle del servicio, siendo deliberados en aspectos donde otras empresas no lo son. Cada día de servicio es un nuevo desafío para nuestros colaboradores, lideres y directivos.
Debemos tener claro que los sistemas automatizados, las edificaciones, la propuesta de valor y el precio, nunca podrán generar mayor satisfacción que la calidez humana.
Es preciso crear una conexión emocional con nuestros clientes y asociados, generando y utilizando herramientas de servicio que identifiquen las necesidades, expectativas, opiniones y sentimientos del consumidor.
Empresas de referencia mundial como Disney, Starbucks y Virgin Airlines han adoptado este modelo de atención, sabiendo que la misión se define a partir de lo que se hace, pero el propósito gira alrededor de por qué se hace.
El propósito común es la piedra angular para guiar a nuestros colaboradores por el sendero del servicio de clase mundial. La zona de excelencia esta compuesta por tres (3) elementos esenciales; que son el proceso, el lugar y las personas. Es claro que el último componente es el más relevante (nuestros colaboradores).
El Propósito Común
Excelente!